Cada vez escribo mas a lo lejos esta bitácora, es que me entretengo con otras cosas.
En el último tiempo me he dedicado a la boquilla. Y por mas que investigo y leo llego siempre a las mismas conclusiones que ya he comentado antes. Pero hay algo que me ha llamado mucho la atención y es la influencia de la cavidad bucal en el sonido que obtenemos con el saxofón. Es decir nuestra genética nos predispone a usar una determinada boquilla (con una determinada geometría), que se acomode a la mejor forma la forma de nuestra mandíbula, boca etc. Interesante por decir lo menos.
En esta búsqueda de la boquilla me fui a la tienda y probé unas 10 boquillas diferentes de las marcas Yamaha, Selmer, Meyer y Oto Link, de metal y de ebonita y de plástico y me traje a casa para seguir probando la Selmer C* y la Meyer M8m ambas de ebonita. Todavía no tengo definido con cual me voy a quedar pero me estoy inclinando por la Meyer.
En estos últimos días he grabado algunos temas con esta nueva boquilla (la Meyer M8m):
Yesterday (segunda grabación)
Yesteday (sin efectos)
My Way
No hay comentarios:
Publicar un comentario